Artistas Puertorriqueños Trabajan por su Isla

Nuestra Tierra y el Poder de Nuestro Arte

Llevar  nuestro arte a cada comunidad es muy especial y gratificante, pero poder regresar al pueblo que me regaló tanto en la niñez, el pueblo que me vio crecer y me brindó todo su amor, es una emoción distinta.

Luego del paso del Huracán María visitamos muchos pueblos llevando talleres, música y obras teatrales para brindar un espacio de alivio y recuperación emocional a niños y adultos. Pero no fue hasta que iniciamos la colaboración con R.Evolución Latina, que logramos llegar a Orocovis, pueblo natal de dos miembros del grupo.

El 6 de enero de 2018 es un día que guardo y atesoro en mi memoria porque logramos regresar a nuestro barrio y reencontrarnos con los vecinos que veíamos de chiquitas, pero en esta ocasión a llevarles regalos y alegría. Enseñarles el trabajo que venimos realizando por los pasados 13 años con nuestro grupo de teatro, Y No Había Luz.

Ellos nos recordaban de pequeñas, por la agrupación de música típica puertorriqueña que tuvimos desde mis 6 años hasta los 15, pero no sabían qué había pasado con nosotras luego de finalizar el grupo, Doncellas de Borinquén.

Ese 6 de enero R.Evolución Latina nos llenó los carros con juguetes para los niños y junto a otros voluntarios con los carros llenos de juguetes también, iniciamos nuestro camino parando en cada barrio, compartiendo nuestra ilusión y gratitud con cada niño y adulto que nos encontrábamos. Concluyó nuestro día en uno de los barrios más recónditos de Orocovis, el barrio Cacao. Allí presentamos una versión de nuestra más reciente pieza El Centinela de Mango (inspirada en una historia de Orocovis). Y Así entre lágrimas de emoción y esperanza reafirmamos la importancia de la solidaridad, de la colaboración y de que con los pequeños detalles se logran las grandes transformaciones y la verdadera evolución.

R.Evolución Latina se ha convertido en parte de nuestro equipo y nosotros en parte del de ellos. Este fue el inicio de una colaboración que ha seguido rindiendo frutos y que nos ha dado la oportunidad de seguir visitando nuestro pueblo Orocovis e iniciar proyectos a largo plazo donde los orocoveños puedan disfrutar de talleres, presentaciones y que en un futuro puedan también ser ellos los que desarrollen las actividades que quieren que sucedan. Nos dedicamos a brindar herramientas creativas para empoderar a la población por medio de las artes.

En mayo  y junio pudimos regresar por varios días a Orocovis, gracias al apoyo de R.Evolución Latina, del Instituto de Cultura Puertorriqueña, del National Endowment of the Arts y de Beta Local a realizar talleres en escuelas y espacios públicos con el fin de seguir solidificando los lazos entre el grupo y la comunidad orocoveña para iniciar en agosto un proyecto anual. Realizar actividades con la comunidad mensualmente y tener un cierre a fin de año, donde los participantes puedan presentarse ante la comunidad con una pieza de teatro, música y artes plásticas.

El huracán se llevo mucho, pero en ese terreno baldío, seco y arrasado, han empezado a germinar retoños de hermandad, solidaridad y colaboraciones que son inmunes a la desolación, al viento feroz y a las injusticias políticas. Son retoños de amor, de entrega y de fuerza desinteresada. Retoños de sensibilidad que nos hacen recordar la importancia de compartir lo que tenemos y trabajar por un mundo más justo y habitable.

Hoy sembramos en esta tierra fértil, un árbol de creatividad, solidaridad y bienestar.

Yari Helfeld

Co Directora Artística

Y No Había Luz

 

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